La cobertura de los pasteles es una capa que se coloca encima de la masa del pastel para darle un acabado y sabor especial. Existen diferentes tipos de cobertura que se utilizan en la repostería, dependiendo del tipo de pastel y de los gustos personales.

Uno de los tipos de cobertura más comunes es la crema de mantequilla, que se elabora batiendo mantequilla con azúcar glas y otros ingredientes hasta conseguir una consistencia suave y cremosa. Esta cobertura se utiliza tanto para cubrir el pastel como para decorar con diferentes diseños y colores.

Otro tipo de cobertura muy utilizado en la repostería es el fondant, una masa elástica y maleable que se extiende sobre el pastel para cubrirlo por completo. El fondant se puede hacer casero o adquirirlo ya preparado, y permite crear diseños y formas muy detalladas.

Además de la crema de mantequilla y el fondant, también se utilizan otras coberturas como el ganache, una mezcla de chocolate y crema de leche caliente que se derrite sobre el pastel para darle un acabado brillante y delicioso. También se pueden emplear glaseados de diversos sabores y colores, como el glaseado de queso crema, el glaseado de chocolate o el glaseado de frutas.

En resumen, la cobertura de los pasteles es un elemento fundamental en la repostería, ya que le aporta sabor, textura y decoración al pastel. Existen diferentes tipos de cobertura, como la crema de mantequilla, el fondant, el ganache y los glaseados, que se eligen en función del tipo de pastel y de los gustos personales.